Dorian Gray

Cayó el telón borrando aquella historia
y apareció brillando la verdad
la intachable ilusión quedó en escoria
y a mi se desnudó la realidad.
¡Pobre muñeco de cartón en diluvio!
¡Pluma en las manos del fiero vendaval!
¡Castillo que en la arena de la playa
del agua espera el abrazo mortal!
¡Lactante en una jaula de leones,
la mano que jamás a de llegar
en el último instante de caída,
al abismo infernal!
Eso eres tú, sombra en la sombra
muerto que no logró resucitar
viento en el viento, esa invención creada,
por mi cabeza y mi alma en soledad.
Tú no eres el, aquel que yo soñaba
aquel a quien juré fidelidad
solo el soporte de un amor eterno
que en tu recuerdo yo quise modelar.
Tomé tu imagen cual ídolo divino,
quise crearte igual que lo hace Dios,
ya estas creado y hoy se que no eres ese,
¡Qué vana y pobre mi loca pretensión!
No eres culpable, lo fue mi absurda muerte
pues sobre un lienzo mi sueño te pintó
hoy contemplé tu cuadro que marchitó,
como el de Dorian Gray envejeció.